jueves, enero 05, 2006

Forza Italia


Quizás será una suerte de homenaje a nuestros ancestros. Suele ocurrir que a algunos les corra cierto cosquilleo por el estómago al hablar de los primeros europeos de la familia que pisaron nuestra tierra. Sobre todo aquellos que tienen ascendencia italiana, fervientes defensores de su temperamento (porque todos alguna vez soñamos con protagonizar alguna obra maestra de la mafia siciliana cinematográfica) y confesos devoto de la buena pizza (a esta altura del partido, ya se le reconoce semejante calificación a la de Güerrín o la de Ugi's) y las salsas.
Realmente siento que esta es la explicación más lógica con respecto a la fiebre que se gestó en la Ciudad de Buenos Aires con la portación de las remeras A+, que contienen inscripciones en italiano y que no sólo visten a líderes de la vida como un peludito llamado Nicolás Cabré y un futbolísta que fracasó en Italia (sí, en Italia) apellidado Castromán, sino que lograron trascender las diversidades del poder adquisitivo en nuestra sociedad.
Primero fueron los Trolls con pelos de colores que daban suerte (por diosss), luego aparecieron los tamagochis (perfecto consuelo para personas con deficiencias reproductorias o con serios problemas de vínculo), las bicis playeras adornaron (junto a las topper de lona y alguna remera de entrenamiento de un club de fútbol argentino) la utilería perfecta del pibe de barrio, fiel a la esquina de siempre y que nunca pensó en romper los códigos de amistad de lo' pibe'. Pero bueno, ahora llegaron las "remeras italianas" y hay dos caminos por tomar: acostumbrarse a leer "Tifosi" o "Siamo Fuori" en cada pecho argentino o tratar de erradicarlas. Por eso, voy a tratar de dar un par de items para identificar a un portador de Remera A+, cuando éste no la lleva puesta:

1) Tiene teléfono Nextel, y lo utiliza en el modo handy (dado vuelta y hablando desde el parlantito de su parte de atrás) generalmente para hablar de boludeces y no para discutir realmente sobre el trabajo.

2) En su mano derecha deja entrever la portada de "El código Da Vinci". No vaya a ser cosa que se piense que es un inculto de mierda.

3) Silba con asiduidad algún tema de Ricardo Arjona (preferentemente "señora de las cuatro décadas", para demostrar que a las mujeres las quiere por su interior).

4) Por último y clave en estos últimos meses, porta en su muñeca derecha una pulserita de goma. El color puede ser combinado entre los colores patrios (Bien argentino) o algún color fijo como amarillo, rojo, o verde ("Yo solo quiero luchar desde mi humilde lugar por la paz mundial").


¿Hasta cuándo hay que seguir soportando esto?

2 Comments:

Blogger L>S>D>A said...

Es increíble que la palabra "pizza" sea italiana. No parece. Realmente no parece.

5:56 p. m.  
Blogger Hill Valley said...

Giusseppe quiere decir José, ¿alguien puede creer eso?

6:03 p. m.  

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